
Croissants
Receta de: https://okdiario.com/recetas/croissants-sin-gluten-2545726
Ingredientes:
Para la masa:
Para el almíbar:
- 200 g de azúcar
- 200 ml de agua
Elaboración:
Comenzaremos diluyendo la levadura. Para ello, pondremos un dedito de agua tibia en un vaso junto con una cucharadita de azúcar. Agregamos la levadura y dejamos que se disuelva.
Mientras, separaremos unos 125 g de harina, tamizamos y ponemos en un bol. Añadimos la leche, la levadura en una temperatura templada (ya lista) y mezclamos hasta que todo quede bien integrado.
Cubrimos con papel film y dejamos reposar unos 30 minutos.
Separamos 200 g de mantequilla y cortamos en daditos y 1 huevo y reservamos ambos en la nevera.
Transcurrido ese tiempo, descubrimos la masa, la cambiamos a otro bol y le iremos añadiendo el resto de harina (que previamente tamizaremos), los 2 huevos, el azúcar glas, la sal y la mantequilla restante.
Amasamos bien con las manos durante unos 15-20 minutos, le damos forma de bola, metemos en un recipiente y tapamos con papel transparente. Lo metemos en la nevera y dejamos que repose entre unas 6 horas.
Necesitaremos que la mantequilla (los 200 g) esté muy fría para que, cuando entre en contacto con la masa, no se deshaga fácilmente y convierta la masa en algo pegajoso. Metedla en la nevera y dejadla hasta que vayamos a trabajar la masa, y, si lo preferís, podéis introducirla en el congelador durante 1 hora antes de manipularla.
Cuando la masa esté lista, la sacamos y, con ayuda de un rodillo, la estiramos sobre una superficie enharinada y agregamos la mantequilla. Amasamos con fuerza hasta obtener un resultado con una textura uniforme y elástica. Le damos forma de bola y lo envolvemos en papel film. Meteremos en el frigorífico y dejaremos que repose durante 1 hora.
Pasado este tiempo, la sacamos, quitamos el plástico y volvemos a colocarla sobre una superficie que habremos enharinado con anterioridad. Extendemos de nuevo con el rodillo hasta lograr darle forma rectangular de más o menos 1 cm de grosor.
Y... ¡a doblar! Repetiremos este proceso 6 veces, aunque al finalizar la segunda y la cuarta, tendremos que dejar que repose en la nevera.
Primero doblaremos llevando uno de los lados hasta la mitad de la masa y, a continuación, cerramos por encima con el otro. Es decir, cuando hayamos llevado el primer lado, cogeremos el segundo y lo llevaremos hasta el extremo final.
Nos quedará una especie de paquetito que pondremos en forma vertical. Extenderemos con el rodillo y repetiremos la acción; doblamos un lado hasta la mitad, y cerramos con el otro llevándolo hasta el extremo.
Envolvemos el paquetito resultante en papel film y lo metemos en la nevera durante unos 30 minutos.
Finalizado el tiempo, repetiremos esto dos veces más y, cuando finalicemos esa segunda vez (que en total sería la cuarta que realizamos este proceso), volvemos a envolverlo y a meter en el frigorífico durante 30 minutos más.
Nuevamente, tras esos minutos, repetimos dos veces más y cuando acabemos con la segunda (sexta en total) envolvemos (recordad, siempre respetando la forma de paquete) y dejamos en la nevera otros 30 minutos
Cuando la masa haya reposado, sacamos, extendemos con el rodillo hasta obtener unos 40 cm de ancho (el largo resultante dependerá de la cantidad de masa que tengamos) y, con ayuda de un cuchillo afilado o un cortapizzas iremos haciendo triángulos de unos 8 cm de base que iremos enrollando desde la misma (la base) hasta la punta. Recomendación: Procurad no aplastarlos ni presionarlos, sino todo lo contrario, ensancharlos un poquito
Los colocamos en una bandeja previamente forrada con papel sulfurizado (con la punta hacia abajo), doblamos los extremos ligeramente hacia el centro (dándole la forma característica de media luna) y dejamos levar hasta que doblen su tamaño (suelen tardar 1 hora) en un sitio seco y sin humedades.
Precalentamos el horno a 180 grados
Una vez listos, batimos el huevo que habíamos reservado e iremos dando una suave pincelada sobre la superficie de cada uno. Metemos al horno (respetando la temperatura de 180 grados) durante unos 15 minutos.
Tiempo en que nos pondremos con el almíbar.
Para prepararlo bastará con poner en un cazo el agua y el azúcar y esperar a que hierva, momento en que bajaremos la temperatura a fuego medio y dejaremos que cueza hasta que el azúcar se disuelva del todo y tenga aspecto de casi un jarabe.
Cuando nuestros croissants estén listos, los sacamos y pasamos por encima el pincel previamente mojado en el almíbar. Este paso es opcional, nosotros lo hemos llevado a cabo para darle ese toquecito aún más brillante y goloso a los croissants
Aquí tenemos un ejemplo de recetas que funcionan añadiéndole su toque persona con el jamón, mientras que nosotros hacemos la masa y luego le ponemos lo que queremos
